Ha sido una larga temporada. No hay una forma sencilla de describir este año para los Dallas Cowboys, menos después de su más reciente partido, en el que dominaron a Los Angeles Rams 44-21 en su mejor actuación de la temporada.
Todo el 2019 hemos intentado descubrir la verdadera identidad del equipo que actualmente tiene un récord de 7-7. Con solo dos partidos restantes en el calendario, los Cowboys no tienen una marca ganadora ni una perdedora. Son un equipo “50-50.”
Lo complicado es emparejar esta temporada con las expectativas que se tenían previo a septiembre. Dallas había hecho adquisiciones en posiciones clave, cambiado personal importante en el staff de coacheo y sin embargo, los cambios han sido casi inexplicables. En vez de ver resultados positivos, hemos visto una campaña inesperadamente negativa.
La mayoría de la afición está lista para terminar la era de Jason Garrett con los Cowboys.
Y a pesar de todo, están a una victoria de asegurar el título de la NFC East. Este domingo, la rivalidad entre los Dallas Cowboys y los Philadelphia Eagles continúa. Y si Dallas gana el partido, el equipo de Jerry Jones será anfitrión de un partido de playoffs en enero.
Pero ¿lo pueden lograr?
No cabe duda de que los Cowboys son uno de los equipos más decepcionantes en toda la NFL este año. Sin embargo, Eagles está en una situación similar. De hecho, al inicio de temporada, Eagles era el equipo favorito para llevarse la división y actualmente se encuentran detrás de Dallas con una oportunidad de tomar el liderato este domingo.
Las lesiones han plagado a la escuadra de Philadelphia, tanto que la semana pasada solo había dos receptores abiertos disponibles para ofensiva de Carson Wentz. Literalmente, la unidad no podía jugar con más de dos wide receivers porque no había tantos.
Además, la defensiva ha dejado mucho que desear. Una unidad repleta de talento, sobre todo en la secundaria ha sido promedio después de 15 semanas de acción. Según Football Outsiders, que utilizan la métrica “DVOA,” Eagles es el equipo #20 defendiendo el pase. Sin embargo, han tenido más éxito contra el juego terrestre, siendo la #11.
Esto es de suma importancia puesto que todos estamos pensando en la lesión del Quarterback Dak Prescott y de que tan comprometidos tendrán que estar con Ezekiel Elliott para ganar este partido clave. Con Prescott sano, la ofensiva de Cowboys ha sido la segunda mejor según la misma métrica de DVOA.
Nota: Football Outsiders define DVOA como una medida de eficiencia comparando el éxito de cada jugada a un promedio de la liga basado en situación y oponente.
Es justo mencionar que la defensiva de Cowboys ha sido problemática e inconstante tal y como la de Eagles. La posición de linebacker para Dallas debe de ser digna de preocupación con Vander Esch fuera de nuevo y Sean Lee y Joe Thomas lidiando con lesiones.
La llegada del DT Antwaun Woods fue una mejora bastante notable. Vimos a los linebackers hacer un mucho mejor trabajo gracias a su control en el interior de las trincheras, cosa que Dallas no había tenido en su ausencia.
A pesar de la frustración que sienten todos los aficionados de Cowboys – entre los cuales me incluyo – es el equipo que parece tener la ventaja en el próximo encuentro. Además, es justo mencionar que Jason Garrett tiene un récord muy positivo contra Eagles y el resto de la NFC East.
Si bien hay mucho que criticar del actual head coach, su récord ante la división ha sido muy favorable últimamente. De hecho, de ganar los próximos dos los Cowboys tendrían un récord divisional de 6-0.
La temporada de este equipo no ha sido nada fácil de experimentar y es justo decir que si pasan a postemporada es por una división mediocre en la que ocho victorias serán suficientes para asegurar un pase. Sin embargo, también es justo mencionar que es bastante probable que lo consigan.
¿Y quién se va a quejar de football americano en enero de su equipo favorito?